«Toca para tu propia satisfacción…

la recompensa será mucho mayor».

Orville Gibson (Luthier y guitarrista)

Desde pequeñitos nos han educado para ser más productivos y eficientes, no para hacer cada día algo que te ilusione. Había que estudiar, sacar buenas notas y portarse bien. Pero…, y lo bien que lo pasábamos cuando salíamos a montar en bicicleta y a jugar a la pelota.

Cuando nos vamos haciendo mayores empiezan a predominar las obligaciones, dejando arrinconadas nuestras aficiones y diversiones. Entonces la vida se vuelve increíblemente aburrida y monótona, y no nos atrevemos a pensar en nada que nos ilusione. Empezamos a posponer lo que nos gusta a las vacaciones, los fines de semana y, aun peor, al momento de la jubilación.

Esperamos demasiado tiempo.

A nadie se le ocurriría decirle a un niño de 5 años que tiene que esperar al mes de agosto para jugar, ¿verdad? Forma parte de su desarrollo. Tú no eres un niño, pero eso no quiere decir que debas posponer indefinidamente el hacer lo que te gusta. Lo necesitas para tu realización personal.

Es importante tener algo que nos ilusione día a día. Cuando instauremos este sano hábito en nuestra vida, encontraremos más motivos aun para disfrutar de la vida. Empezarás a tener abundancia de buenas cosas que te ilusionen.

No abandones las pequeñas cosas buenas de la vida, suelen ser las más gratificantes.

En cierta ocasión, vi un programa en el que entrevistaban a una persona que hacía todos los días su propio pan. La reportera le preguntó que cómo era posible que perdiera tanto tiempo haciendo pan cuando lo puede comprar en la panadería con una calidad similar. La respuesta fue simple : “ Por que disfruto haciéndolo,  eso es suficiente razón”. Así de simple es la vida a veces.

Te propongo que realices un listado con las cosas que te gusta hacer, esas que a los ojos de los demás pueden ser una pérdida de tiempo y que en el fondo te hacen sentir un poco culpable por no estar haciendo cosas más “productivas”.

Es necesario tener cada día algo que te haga ilusión, algo que te espera cada día, sea lo que sea. Si es importante para ti, da igual lo que los demás opinen. Esto hace que los días dejen de ser monótonos, que sean más gratificantes y que aprendamos a valorar más la vida.

Si quieres conocer las mejores herramientas de psicología para desarrollar tu inteligencia emocional y  fijar objetivos coherentes con tus valores, te invito a leer el primer capítulo de mi libro pinchando en el siguiente enlace El árbol del Cambio. Como afrontar el cambio en tu vida en tiempos de incertidumbre. (Tan sólo tienes que solicitar Leer muestra, que aparece debajo de la portada del libro).

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